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En una cocina, el área de trabajo es lo que sufre mayor desgaste. Sobre la cubierta cortamos y lavamos alimentos y se colocan ollas y sartenes calientes; así pues, si no elegimos un material idóneo, habrá que renovar este elemento con frecuencia. Además, también es importante considerar que el salpicadero de la cubierta sufre seguido salpicaduras y manchas. Por eso, conviene instalar un material resistente y fácil de limpiar. Entre los más duraderos se encuentran:
- Granito: no se daña con arañazos y es capaz de aguantar altas temperaturas sin deteriorarse. Es mejor apostar por granitos nacionales para abaratar costos.
- Porcelanato: ligeras y de fácil colocación, impermeable, duradera y resistente a arañazos. Pueden tener cualquier acabado.
- Aglomerado de cuarzo: no se raya y aguanta la humedad y los golpes.