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Es una decisión importante que puede relacionarse con el punto anterior. Las piscinas convencionales o de obra pueden ser más económicas en su construcción, además de contar con una gran durabilidad y fácil mantenimiento. Las piscinas naturales son, por otro lado, una opción un poco más cara, pero lo cierto es que sus beneficios, tanto para el entorno como para nuestra salud, gracias a la oxigenación del agua y tratamientos naturales del agua, parecen convencer cada vez más. Si estás en duda, pide siempre la opinión de un profesional, que pueda aconsejarte sobre los pros y contras de cada una de ellas.