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- Los olores se extienden mucho más. Aunque hay que señalar que las campanas y conjuntos de extracción actuales son bastante potentes, al estar todo junto es inevitable que los olores y humos propios de esta zona se expandan por el salón o el comedor.
- Problemas de ruidos. En este caso, también podemos decir que hay electrodomésticos muy silenciosos. No obstante, aunque tengamos la lavadora o el lavavajillas más moderno y eficiente del mercado, cocinando se hace ruido. Ruido de aceite, de cacharros, de grifos que se abren y se cierran. Este ruido no encuentra barreras, siendo en ocasiones un poco molesto para las personas que están en el resto de la estancia unificada.
- Menos tranquilidad a la hora de cocinar. Asimismo, cuando la cocina está unida a otras dependencias, también se complica nuestra tarea como chefs, pues no cocinamos con tanta tranquilidad.
- El desorden queda más expuesto. En las cocinas se genera bastante desorden, pues se usan muchos utensilios y alimentos a la vez. Aunque con recogerlos basta, lo cierto es que este desorden está mucho más expuesto a la vista de nuestras visitas al no ser una estancia independiente.