Las plantas utilizadas fueron:
Laurentina verde; es una especie que alcanza gran envergadura, ideal para cubrir el costado más ancho de la muralla. De primavera a verano produce flores blancas con un suave aroma, y durante el invierno se mantiene con botones de color rojizo.
Érica rosada de invierno; esta planta es muy llamativa para insectos polinizantes como abejas y abejorros en invierno. Contrastará perfecto a los pies de la laurentina verde que en invierno se encuentra sin flores.
Ceanothus rastrero; arbusto que florece en primavera con flores azuladas. Se plantaron junto a las éricas de invierno, y de esta manera nos aseguramos de que el jardín permanezca siempre con flores.
Stenocarpus; arbusto columnar rojizo, ocupará gran parte del muro, al ser de baja densidad logra un contraste de colores rojo-amarillento.
Spirea thunbergii; arbusto de hojas verde limón con pequeños racimos de flores blancas.
Nandina; es una planta mediana de color verde que durante el otoño se torna rojo, ideal para general un contraste con el fondo verde de las spireas. Genera un fruto rojo en racimos en otoño.
Abelia blanca; por su mediano tamaño es ideal para no tapar la vista desde la ventana, es de color verde en verano y genera gran cantidad de flores blancas en primavera, durante el invierno se torna cobriza verdosa.
Érica blanca de invierno; hermoso color blanco durante el invierno, permitirá tener flores a contra estación con el resto de las plantas.