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En algunos contratos de arrendamiento se prohíbe expresamente pintar las paredes. En otros, solo se especifica que la vivienda debe devolverse en el mismo estado en el que fue entregada al inquilino. Si tu caso es el segundo, felicitaciones, podrás pintar los muros de tu departamento en arriendo para hacerlo más tuyo. 

Eso sí, luego tendrás que volverlas a pintar tal y como estaban cuando te entregaron las llaves. Los propietarios establecen esas prohibiciones como mecanismos de prevención. Pero si pintas bien las paredes, con gusto y coherencia, ¡quizá incluso le guste!