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Hartos departamentos en arriendo tienen puertas viejas y anticuadas, cuyo color y barniz nos hacen huir… solo con mirarlas, quieres arancarte a lijar y pintar, como mínimo, de blanco. Te entendemos, pero para pintar las puertas sí que debes solicitar permiso al propietario, básicamente porque no podrás devolverlas a su estado original. 

No obstante, la experiencia nos dice que si la propuesta es coherente, garantizándole calidad en la "pega", lo más probable es que te autorice. Al fin y al cabo, es una mejora donde ambas partes ganan: el propietario moderniza la vivienda sin costo y vos, vives a tu gusto.