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Si hay algo en lo que merece la pena invertir cuando realizamos una remodelación es en el pavimento. Se trata del elemento en el hogar que más utilizamos (caminamos por él cada día) y que sufrirá el mayor desgaste en el tiempo. El piso juega, además, un papel fundamental en la estética del espacio, pero también en su funcionalidad de uso y confort. Por ello, merece la pena elegir el material correcto si buscas que perdure durante años. Algunos ejemplo de materiales que durarán décadas:

• Madera natural: sin duda, la reina de los pavimentos. Con una mantención adecuada (lijado y barnizado cada 15-20 años) puede durar más de 100 años como nueva.
• Piedra natural: otra apuesta segura. Depende del tipo de piedra y color, pero su durabilidad es muy elevada con mantención habitual; además, se puede pulir el piso entero -si está desgastado- y quedará como nuevo.
• Cerámica: también un material que se utilizó tradicionalmente. Los nuevos porcelanatos existen en acabados casi idénticos a la madera y pueden colocarse en exteriores, cocina y baño.