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Visto en: tres studio
Lo primero que decidieron fue pintar la cocina de blanco, para darle mayor luminosidad y conseguir convertir en agradable un espacio que era oscuro y triste. Además, parte de la pared la resolvieron con revestimiento de mármol o imitación al mármol, siendo una opción muy elegante. También cambiaron la iluminación: sustituyeron los halógenos por unas lámparas que colgaban del techo para iluminar los puntos concretos de trabajo y disfrute, dentro de la cocina. Por último, también añadieron baldas ligeras para dar sensación de orden y tenerlo todo a mano.