Los dormitorios han dejado de ser esos cuartos a los que entrabas sólo para dormir. Ahora que los metros de las casas han menguado, también se aprovechan para guardar, trabajar o incluso estudiar... ¡Un dormitorio puede ser una estancia con muchos usos! eso sí, si no quieres que el caos te acabe dominando, es primordial que respetes la medida de cada cosa y que guardes unas proporciones. Lo ideal es que te quede libre un espacio de mínimo 60 cm a cada lado de la cama. ¿Y qué pasa si choca la puerta del armario? puedes de momento quitarlas (y añadir una cortina si no te gusta ver la ropa expuesta) y en un futuro invertir en unas puertas correderas. El armario es la pieza que más pesa, así que si es exento lo ideal es que lo mueves a la pared más amplia. ¿Y si es empotrado? no pasa nada, puedes pintarlo del color de la pared o forrarlo de espejos para que pase más desapercibido. ¡Así de simple y efectivo!