Si las cascadas no son para ti, pero te encanta el sonido relajante del agua cuando cae, una opción interesante es instalar en el perímetro de tu piscina pequeños chorros a modo de fuentes. La presión no será elevada para evitar molestias y estéticamente aportarán un toque mágico a la piscina. Estos chorros podrán estar conectados directamente con el sistema de depuración, siendo posible programar su encendido y apagado.