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Visto en: archdaily
Como en los dos casos anteriores, cuando una habitación es interior es difícil conseguir tanto intimidad como aislamiento del ruido, sobre todo aquel que pueda provenir de la sala u otras zonas de la casa que se utilicen hasta más tarde por la noche. Por eso, una puerta es necesaria pero, en este caso, en vez de llegar hasta el techo se coloca una pieza de cristal sobre su cargadero. De esta forma durante el día entrará la luz en la habitación, pero por la noche estará aislada.