No sólo el tipo de pintura es importante, también el acabado. Existe un gran abanico de acabados para las paredes de tu casa. Podemos encontrar la pintura con acabado mate, una pintura que no refleja la luz y oculta a la perfección las imperfecciones de las paredes. Son ideales para zonas poco transitadas, y su efecto es de lo más bonito. No obstante, debes saber que en este tipo de acabo las manchas son difíciles de eliminar. Asimismo, también encontramos el acabado satinado, con un brillo mínimo, un acabado duradero y muy fácil de limpiar. Si bien son los dos acabados más usados, también existen otros como el brillante, aguadas de color (aplicada con esponja sobre una pintura mate), rastrillado (antes de secar se rastrilla con una brocha) o punteado.